¿Cómo conseguir un suelo antideslizante?

¿Cómo conseguir un suelo antideslizante?

Es habitual que a los suelos de naves industriales o de garajes se les aplique algún tipo de tratamiento para convertirlos en suelos antideslizantes. Esta costumbre se ha extendido también a las viviendas, en zonas específicas como el borde de la piscina o los azulejos del baño. Estos tratamientos o productos para conseguir un suelo antideslizante brindan seguridad, ya que evitan resbalones o caídas, y son muy eficaces en suelos o superficies donde se acumula agua o humedad.

La solución más sencilla y habitual es el uso de pintura antideslizante. En un principio, fueron diseñadas principalmente para suelos industriales, debido al gran tránsito de personas y a la constante presencia de líquidos o aceites en el suelo. Pero, con el tiempo, se han abierto camino en las viviendas particulares para zonas como baños, garajes o piscinas. Además, su creciente gama de colores puede dar un mejor aspecto a determinadas estancias de la casa.

  Tipos de pinturas antideslizantes

Básicamente hay 3 tipos de pinturas antideslizantes en el mercado. Todas ellas brindan una gran adherencia del calzado al suelo, aunque este se encuentre húmedo. A algunas de estas pinturas, se les agregan pequeñas partículas que proporcionan una textura granulosa de la superficie pintada y, en consecuencia, favorecen todavía más al agarre del calzado.

Los tres tipos de pintura son impermeables, tienen una buena resistencia a las agresiones de los productos químicos y se adaptan perfectamente a la lluvia, el granizo o los cambios de temperatura.

  1. Barniz

Es muy habitual utilizarlo en los platos de ducha aplicando una capa de imprimación previa. En caso de utilizarlo, hay que tener en cuenta que el barniz no es transparente, sino que aporta cierto color a la superficie.

  2. Recubrimiento transparente especial

Se aplica como la pintura o el barniz, pero con la ventaja que crean una capa protectora transparente y, por tanto, no transforman la apariencia original de la superficie. El inconveniente es que tiene una vida útil limitada y puede amarillear o descascarse con el tiempo.

  3. Spray antideslizante

Se trata de un producto incoloro, que mantiene la apariencia original del suelo o la superficie que tratemos. El mayor problema es que se debe aplicar a cierta distancia, vigilando que la capa sea homogénea.

  4. Suelo vinílico antideslizante

Se puede colocar sobre madera, cerámica o cemento. Cada vez hay una mayor variedad de aspectos y colores, que permiten darle una apariencia diferente a la estancia.

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